La retinopatía diabética, es la enfermedad ocular más común en la diabetes, ocurre cuando hay cambios en los vasos sanguíneos en la retina. Estos vasos pueden hincharse y dejar escapar fluidos, o inclusive taparse completamente. En otros casos, nuevos vasos sanguíneos anormales crecen en la superficie de la retina.
La retina es una capa fina de tejido sensible a la luz que cubre la parte posterior del ojo. Los rayos de luz se enfocan en la retina, donde son transmitidos al cerebro e interpretados como imágenes. La mácula es un área muy pequeña en el centro de la retina es responsable por la visión detallada, permitiéndonos leer, coser o reconocer una cara. La parte alrededor de la retina, llamada retina periférica, es responsable por la visión lateral o periférica.
Generalmente, la retinopatía diabética afecta a ambos ojos. Las personas a menudo no se dan cuenta de los cambios en su visión durante las primeras etapas de la enfermedad. Pero a medida que avanza, usualmente causa una pérdida de visión que en muchos casos no puede ser revertida. Es recomendable realizarse chequeos constantes para evitar la aparición o avance de la misma.