Durante la época de verano siempre provoca darnos un paseo por la playa, salir a caminar, o simplemente continuar con nuestras rutinas de ejercicio, pero las personas que viven con diabetes al caminar por la playa deben prestar puntual atención a los objetos que pueden estar enterrados en la arena ya que pueden sufrir daños que luego se pueden convertir en complicaciones. Esto significa que deben ser muy precavidos al disfrutar de estos paseos, recordando que la neuropatía diabética es una de las complicaciones de la diabetes que origina la perdida de la sensibilidad donde los pies son las extremidades más afectadas y puede que la persona no sienta ninguna lesión. Y si vamos a realizar caminatas o rutinas de ejercicios durante el verano, debemos utilizar zapatos adecuados ya que con el calor los pies sudan aumentando el riesgo de lesiones por lo que se debe asegurar de mantenerlos secos y protegidos. El revisar los pies para asegurarse de no tener ninguna herida debe convertirse en una práctica diaria. Un paciente mal controlado puede desarrollar pié diabético por sus alteraciones neurológicas y/o vasculares en sus extremidades inferiores. Cuidarse rigorosamente, controlarse y ejercitarse son las claves de una vida sana.